Debido a que el espejo en el cual se mira el macrismo es Estados Unidos, se puede comparar esta situación con uno de los deportes más populares de los yanquis, como lo es el hockey sobre hielo. Esa disciplina en su reglamentación permite que el entrenador cambie a todo su equipo de un segundo para otro. El bloque que representa al gobierno de Nicolás Ducoté estuvo muy cerca de algo similar. Al debut de Juan Manuel Quintana en la última sesión ordinaria, se le agregarán los estrenos de Claudia Laugas y Carla Moriggia ocupando bancas de Cambiemos.
A la incorporación de Gabriel Lagomarsino al Departamento Ejecutivo, se agregaron los viajes de Nicolás Ducoté y Claudia Zakhem para modificar la composición del bloque oficialista. Quintana está tocando el cielo con las manos al cumplir su anhelo, admitido por él, de ingresar al Concejo Deliberante. En tanto que, las otras dos legisladoras sólo estarán por esta sesión y el resto de las licencias otorgadas a los turistas.
Por un lado, Laugas ingresa a reemplazar a Sebastián Neuspiller quien asumió interinamente en la intendencia. Ella llegó al espacio de la mano de su marido, el delegado de UATRE, Jorge Herrera. Su incorporación se acordó, debido a que Ducoté no permitió que el experimentado gremialista integre la lista de candidatos y sólo terminó cediendo a la presencia de Laugas.
En tanto que, Carla Moriggia llegó para tomar de manera momentánea la banca de la radical Claudia Zakhem. Quien está en Bariloche, acompañando a uno de sus hijos en su viaje de egresados (¿Se imaginan a la concejal gritando en medio del pogo: “¡Barilo…Barilo…nos vamos a Barilo!”?). La reemplazante actualmente es la Interventora del Centro de Atención al Vecino en Villa Astolfi-Manzone, pero tuvo su primera exposición pública en el 2015 cuando fue acusada de ñoqui por el zuccarismo. “Es una de las personas que siendo empleada de la Municipalidad de Vicente López desempeña funciones dentro de la campaña que realiza el candidato Nicolás Ducoté para llegar a la intendencia de Pilar” la señalaron. Paso el tiempo y hoy le marcan sus deficiencias en la gestión, más que dónde cobra su sueldo.
De los originales sólo han quedado Daniel Liberé y Carmén Murguía, que el último apague luz.




