Desde la decisión que tomaron la actual coordinada de CEPA Diabetes y el Secretario de Salud, Dr. Carlos Kambourian, de despedir a una de las fundadoras y referentes del centro que contención para diabéticos que ofrecía el estado comunal, María Bordelois, la vida de esos pacientes ya no es la misma. A preocuparse por mantener su enfermedad controlada, más todos los problemas diarios que puede tener un ciudadano en Pilar, le tuvieron que agregar la lucha para defender sus derechos en la salud pública. Los dejaron sin su psicóloga de confianza y sin el lugar para solucionar muchos de los problemas que tiene un enfermo diabético.
Fue en octubre cuando desde Recursos Humanos le comunicaron a la Licenciada María Bordelois que estaba despedida. La profesional es parte de la herencia que tantas veces hizo referencia el Intendente Nicolás Ducoté, “Nombré 170 empleados sobre 5000, hay 4830 no los nombré yo, muchos son corruptos”. Pero con la particularidad que ella siendo municipal en la gestión de Humberto Zúccaro decidió priorizar su ideología y en el 2015 fue fiscal electoral de Cambiemos, junto a ella estuvo su hijo. Ambos fueron despedidos la misma semana.
A partir de esta situación, los pacientes hicieron una manifestación en los consultorios municipales ubicado sobre la calle San Martín 675. Pidieron respuestas por el despido de la profesional que siempre los escucho, los ayudó, estuvo a su lado para llevar adelante una enfermedad “silenciosa” pero terriblemente dañina con aquellos que no se cuidan. Hasta fueron a medios de comunicación local para exponer su problemática.
Como pasaron las semanas y el problema nunca se resolvió, Bordelois buscó una alternativa. La encontró dialogando con el Defensor del Pueblo, Juan Pablo Trovatelli. Quien le cedió el espacio en su oficina en Belgrano 373. Allí todos los martes por la tarde se reúnen los diabéticos con su profesional para realizar su taller.
“El ajuste llegó a la Salud” tituló Pilar Político cuando surgió este conflicto. Lo lamentable es que se cumplió a pesar del reclamo de los pacientes y el estado no buscó una solución para ellos. Fueron los propios vecinos con su guía que tuvieron que hacer una autogestión. ¿Ese es el Pilar que viene?




