En el inicio del clima cálido de la etapa estival del calendario, Edenor ya hecho gala de su fama de empresa mediocre en sus funciones. Distintas localidades en sus barrios han sufrido cortes de energía eléctrica durante varias horas. Por eso, aquellos “privilegiados” dentro del distrito que poseen agua de red y cloacas ya tiemblan por la llegada del sufrimiento de no tener presión de agua, de planificar una ducha a las 4 de la madrugada o de directamente carecer de ese bien esencial de la vida ya que las tareas de las dos prestadoras van de la mano, sin luz no hay agua. Y ni hablar si el gobierno de Nicolás Ducoté le comunica que de regalo de navidad le comunica una extensión del contrato de Sudamericana de Aguas SA por un año o más.
A tan sólo once días para la finalización del contrato de la actual empresa del servicio público de agua de red, la Comuna no ha comunicado oficialmente qué decisión ha tomado. Esto genera la interpretación que no enviará ningún expediente al Concejo Deliberante para su evaluación, debido a que su debate no resolvería la situación en tan poco tiempo. Los concejales tendrían que discutir sobre dos décadas y media de un mal desenvolvimiento.
¿Qué hará Ducoté? Apelando al convenio firmado por Humberto Zúccaro en el 2015, el Intendente le entregará la totalidad de la concesión a AySA. Todo el distrito quedará bajo esa órbita. Como la prestadora nacional todavía no puso ni un cartel en Pilar, menos un caño, subcontrataría a Sudamericana de Aguas para que siga “trabajando” en las áreas dónde actualmente está extendida la red.
Así el Jefe Comunal eludirá una de las batallas políticas que estaban previstas para este 2016. Seguramente, la última sesión ordinaria del próximo jueves servirá para el descargo de los concejales que se ven impedidos de desarrollar sus tareas de representantes del pueblo ante esta decisión de Ducoté.



