En diciembre pasado, el Dr. Carlos Kambourian mostró en un par de oportunidades que fue convocado a reuniones de trabajo en la Casa de Gobierno. Desde ese momento se rumoreo que tenía posibilidades de emigrar al estado nacional. Inclusive esas chances se incrementaron con los cambios que hubo en esa cartera, con renuncias incluidas. Pero la semana turbulenta que le toco atravesar por el polémico cobro de un bono en un hospital público, con pedido de explicaciones de parte del Intendente Nicolás Ducoté, habría llegado a los oídos del Jefe de Gabinete Nacional Marcos Peña. ¿Se quedó sin designación?
Daría la sensación que Kambourian tendría que poner en un cuadrito el día de la inauguración del Hospital Odontologico, ese junto a las primeras jornadas fueron sus momentos más importantes desde que llegó a Pilar para liderar el sistema municipal de Salud. Corte de cinta, fotos, felicitaciones de unos y otros, vecinos contentos por tener atenciones en una especialidad muy compleja desde el aspecto económico, largas filas de pacientes que llegaban con expectativas y la mayoría se retiraban contentos; todo era color de rosa.
Ansioso, sin comunicación previa, decidió que ese servicio dejará de ser gratuito. A partir de ello, una gran exposición mediática, iniciada por PilarPolitico.com.ar, lo hizo tambalear puertas adentro. Porque las peores tormentas las pasó en el despacho de Nicolás Ducoté, quien observó que todas las tapas de diarios e distintos medios tomaron el caso de la misma manera, como una mentira de su gobierno que había prometido prestaciones gratuitas y las terminó cobrando.
Al enojo de su jefe, Kambourian debe sumarle que la información llegó a Casa Rosada. Quien habría recibido la crónica de lo acontecido fue Marcos Peña, justamente el que tenía que definir qué hacer con el CV del ex funcionario de Malvinas.
Ahora, el todavía Secretario de Salud tiembla por los gritos de su jefe y también por probablemente perderse una gran oportunidad en su carrera política.



