“¡Las manos arriba! ¡No seas cobarde Nicolás!”, le pedía el locutor al Intendente Nicolás Ducoté que, al igual que en su gobierno, intentaba domar un toro que parecía mansito. Esas palabras no pueden tomarse solamente para el momento del juego nomás, para la coyuntura política local tienen muchos significados.
A un par días de cumplir los once meses de gobierno, Ducoté siempre generó la sensación que estaba subido a un toro mecánico y constantemente evitando caerse. Nunca pudo hasta el momento pisar firme en el distrito. ¿Eso quisieron demostrar los municipales que lo desafiaron a subirse al juego?
Teniendo en cuenta que era un invitado especial, el Sindicato de Trabajadores Municipales de Pilar debía evitar cualquier tipo de reclamo en una jornada de celebración. Más allá de que son muchos los pedidos incumplidos, por parte de la Comuna hacia los trabajadores. Por eso, fue el animador quien mando el mensaje implícito, “¡Las manos arriba! ¡No seas cobarde Nicolás!”, sólo le faltó “Paga el bono” y quedaba claro el sentir de los laburantes que ven con incertidumbre el final del año. Y que nunca olvidarán el desprecio del Jefe Comunal, «De 5000 empleados tengo muchísimos que son delincuentes».
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Hace unos días, el Presidente Mauricio Macri estuvo en Las Varillas, Córdoba. Allí bailó y cantó al ritmo de la música de Gilda. Aquí Ducoté se sintió como un cowboy del lejano oeste (no un gaucho en Jesús María) al subirse a un toro mecánico. ¿Es la bajada de línea de Cambiemos? ¿Es la misma que usaba el ex Presidente Carlos Menem en la década del ’90?



