¿Otra falsa inauguración?

“Hoy inauguramos una unidad de diagnóstico en la sala de salud de Manuel Alberti. Es la primera en nuestras salas de atención primaria, cuenta con camas para grande y chicos, y nos ayudará a realizar más estudios a los pacientes sin necesidad de trasladarlos a los hospitales. Eso nos hará ahorrar en tiempo y ganar en salud”, explicaba el Intendente Nicolás Ducoté para todos sus seguidores en Facebook el pasado 4 de septiembre. Pasaron cuatro meses desde ese corte de cintas y ese lugar sigue en construcción. ¿Otra falsa inauguración?

La planificación original es que las Unidades de Pronta Atención tengan prácticamente todos los servicios que se brindan en un hospital y que con el correr de la gestión estas desplacen a todas las salas de Atención Primaria, ubicándolas en lugares de mayor densidad geográfica. Con la particularidad, que seguramente el Secretario de Salud Dr. Carlos Kambourian no tuvo en cuenta, de que Pilar es uno de los distritos más grandes de la provincia y las distancias entre una y otra localidad son extensas.

Como primer ejemplo a concretar se tomó al Centro de Salud de Manuel Alberti. Allí con la presencia de Ducoté, Kambourian y demás autoridades se anunció que el lugar iba a concentrar mayores prestaciones, evitando el traslado de los vecinos a los hospitales del distrito. Pasaron 124 días desde aquella jornada y todavía eso no se pudo concretar.

Todavía los médicos de guardia duermen en un consultorio, los baños no están terminados y no hay cocina, en cuestiones estructurales para el trabajo diario de los profesionales. Además, los vecinos no pueden ser atendidos de cualquier enfermedad porque todavía no hay laboratorio, no hay ecografías, los domingos no hay rayos, tampoco lograron mudar la farmacia, entre los anuncios que se prometieron. Tal es así, que aún no han vuelto todos los profesionales que atendían en el Centro de Salud por el estado de la obra.

Increíblemente, en el municipio que anunciaba como el más moderno los turnos e ingresos a la UDP se toman a mano. No hay computadoras, debido a deficiencias en la construcción hubo filtraciones y se quemaron todas las que estaban en administración.

Tras un año de gestión de Nicolás Ducoté, los vecinos se quejaron por la falta de obras en sus barrios y las inauguraciones que se hicieron no son reales. ¿Qué es peor? ¿La honestidad de la incapacidad? ¿O la mentira a la sociedad?