“El amor vence al odio”, era uno de los slogans del kirchnerismo para vencer a la oposición. Pero al igual que en las últimas elecciones, esa afirmación no parece tener el efecto buscado en la vida de Fénix. El rencor de antiguos enfrentamientos entre aquellos que hoy ocupan el cargo de dirigentes y el ex gerenciador César Mansilla, fue determinante para una nueva negativa a regresar a Pilar.
Como Jorge Colqui, Presidente electo del Club Atlético Fénix, se lo había adelantado a Pilar Político, la prioridad de quienes comandan a la institución es concretar su asentamiento en Exaltación de la Cruz. Aseguran que allí tendrán su casa propia y con el dinero de la venta de la sede construirán su propio estadio.
Existe una particularidad con las intenciones de los directivos y su “sueño” de instalarse en el partido vecino, son los únicos que aseguran la partida a esas tierras. Ni vecinos, concejales o mismos funcionarios de esa comuna aseguran que esté cerca de concretarse. Hasta el propio intendente Adrián Sánchez parece desentenderse del tema debido a la coyuntura social y económica por la que atraviesa su territorio.
Lo negativo es que ni en la incertidumbre del tiempo que va a llevar la venta de la sede en CABA y la hipotética instalación en el partido limítrofe, los directivos contemplan jugar en Pilar.
No es el primer revés que recibe el ave Fénix, que siempre resurge entre las cenizas. ¿Será el tiempo el que tenga que demostrar que Pilar es su nido?
